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¡Muy buenas!
Todos hemos hecho en algún momento de nuestra vida un avión de papel. De pequeños nos imaginábamos que ese avión volaría a lugares lejanos. Muchos, como yo, nos imaginábamos a los pasajeros: les poníamos caras, nombres, apellidos e historia. Nos podíamos llegar a montar toda una película a partir de un simple avión de papel.
¿Te acuerdas de le primera vez que hiciste uno? ¿Y de la última? Seguramente no, pero si ahora mismo te pones a hacer un avión de papel seguro que lo consigues. Claro que sí, dirás, es muy sencillo. Sumar también es sencillo, pero de pequeños tuvimos que hacer una operación tras otra hasta conseguir dominarlo, y estoy segura de que nunca llegaste a hacer una flota de aviones para dominar la técnica.
*Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia
Curiosa la forma en la que funciona nuestro cerebro a la hora de aprender. Aprendemos más rápido y con más ganas a hacer un avión de papel que a aprender a sumar y a restar.
¿Esto a qué se debe? Pues se debe simplemente a nuestras emociones, las grandes impulsoras del aprendizaje.
Con la Cinta II nos adentramos en la llamada neurodidáctica que consiste en la combinación de la neurociencia y la pedagogía para lograr una mejora en la enseñanza y en el aprendizaje. Es decir, esta disciplina pretende adentrarse en el cerebro para estudiar como se desarrolla in situ el proceso del aprendizaje, y así especificar los factores que lo facilitan y los que lo entorpecen.
Por ejemplo, las emociones facilitan el aprendizaje.
Varios estudios han comprobado que los estímulos positivos activan el hipocampo, que es una región del cerebro que interviene en la memoria y en el aprendizaje. Por tanto, cuando algo de verdad nos motiva, lo aprendemos. Cuando pienso en emociones y aprendizaje se me viene a la cabeza mi profesor de botánica de la universidad: José María. Este hombre tenía, y tiene, la magia de absorbernos durante toda su clase solo hablándonos de plantas. Recuerdo con gran cariño las clases sobre las familias Asteraceae y Orchidaceae, cuando nos hizo darnos cuentas de que las margaritas y las orquídeas aún sin cerebro logran engañarnos muy hábilmente. Y sí, puede que no recuerde los nombres específicos de las plantas, pero siempre que veo alguna de sus flores logro identificar todas sus características.
Pero aunque las emociones son un factor muy importante para el desarrollo del aprendizaje existen otros muchos que cualquier docente debe conocer para poder utilizar todas las herramientas a su favor. Así que, mi compañera Rocío y yo lo hemos resumido en un mapa conceptual realizado a partir del artículo Las claves de la neuroeducación y realizado con la aplicación Popplet (una aplicación en la que, tengo que admitir, sigo caminando como un toro en una cristalería).
Para finalizar con la entrada os voy a mencionar a Kahoot! una aplicación muy divertida con la que podemos realizar cuestionarios a nuestros alumnos al finalizar las sesiones para que así dejarles con un muy buen sabor de boca.
Así que con esto y un bizcocho hasta la próxima entrada :)
