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¡Muy buenas y feliz puente!
Hoy con gran pesar os vengo a hablar de la última cinta del proyecto 8 razones para de Innovación.
La última cinta es la Cinta VII: la evaluación.
En esta última cinta hablamos de una parte fundamental del trabajo docente, que es la temida evaluación. Sin embargo, ésta debería desarrollarse de manera que el alumno también aprenda con ella, y no le tenga miedo. Según la ley (Orden ECD/65/2015 de 21 de enero) se deben evaluar las competencias, cosa imposible de realizar únicamente mediante exámenes. Por tanto evaluar sólo con exámenes está, señoras y señores, fuera de la ley :)
Concretamente esta orden señala la importancia de que los estudiantes adquieran una serie de competencias para su completo desarrollo personal y social. El término "competencia" se define como "la capacidad de responder a demandas complejas y llevar a cabo tareas diversas de forma adecuada". Es decir, lo más importante es la PRÁCTICA, el saber hacer.
Estas competencias básicas (antes denominadas clave) son SIETE:
1. Comunicación lingüística
2. Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología
3. Competencia digital
4. Aprender a aprender
5. Competencias sociales y cívicas
6. Sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor
7. Conciencia y expresiones culturales
Por tanto, los alumnos deben saber (competencia 1), saber hacer (competencias 2, 3 y 4) y, por supuesto, saber ser (competencias 5, 6 y 7).
Debido a que la adquisición de estas competencias se debe hacer en todos los ámbitos educativos y desde el inicio de la escolarización, su adquisición se realiza de forma progresiva y debe capacitar a los alumnos para la inserción en la vida laboral y, por supuesto, en la sociedad en general. Estas competencias deben incluirse dentro del currículo y deben ser coherentes con la etapa del estudiante (infantil, primaria, secundaria).
Todo ello implica cambios en los métodos de enseñanza, pues la enseñanza de estas competencias implica un enfoque más práctico y transversal, que difícilmente puede ser evaluado únicamente mediante un examen escrito en cada asignatura. De ahí nace la importancia de debatir sobre los métodos de evaluación más tradicionales y cambiarlos por unos que permiten, de verdad, saber lo que el alumno ha aprendido. Según esta orden, la manera de evaluar más adecuada es mediante la resolución de problemas reales que permitan al alumno demostrar sus conocimientos, destrezas, valores y actitudes, y, las herramientas deben ser variadas para poder, en medida de lo posible, permitir al alumnos demostrar sus distintas capacidades. También es importante incluir conjuntamente la autoevaluación o coevaluación para que así, el alumno se dé cuenta por si mismo de sus puntos fuertes y de los débiles.
Algunos métodos de evaluación que se proponen son las pruebas orales y escritas, los trabajos de clase y la evaluación por portfolios.
Debido a las nuevas necesidades que se ponen de manifiesto en esta Orden, el docente debe sabe adaptarse a esta metodología de evaluación. Por suerte existe algunas aplicaciones que nos pueden ayudar en estos cambios como por ejemplo:
- Quizlet
- Plickers
- Flipquiz
- Edmodo
¡Y seguramente muchas más!
Ya solo me queda deciros que en la siguiente entrada os presentaré la última tarea de la asignatura así que...
¡Y con esto y un bizcocho nos leemos en la próxima entrada!